Alojarse en el centro historico de Nápoles
Podemos empezar a visitar el vasto casco antiguo de la ciudad más poblada del sur de Italia por Spaccanapoli, el barrio más tradicional y representativo del centro napolitano, que aglutina infinidad de iglesias y palacios, como la austera Basílica de Santa Chiara, un templo medieval muy visitado y ubicado junto al convento del mismo nombre, la iglesia de Gesù Nuovo, nacida de la transformación de uno de los palacios más preciosos de la Nápoles renacentista, el de los Sanseverino, la iglesia de Santo Domingo el Mayor, un templo de estilo gótico que llegó a ser la iglesia de la nobleza de la Corona de Aragón, la iglesia de San Jorge el Mayor, que tiene una fachada en forma de templo clásico, con una sola entrada, y cuatro columnas compuestas sobre altos plintos, el Palacio Filomarino della Rocca o los exuberantes frescos de la Capilla del Monte di Pietá, una edificación manierista del siglo XVI.
A unos pasos de esta última se encuentra la iglesia de San Gregorio Armeno, en cuya calle hay numerosas tiendas dedicadas a la elaboración de pesebres artísticos, y la de Santa María de las Ánimas del Purgatorio, un templo barroco de principios del XVII. También se halla en este radio la Catedral de Nápoles, llamada también Catedral de San Genaro, el edificio más importante del culto religioso de Nápoles. De estilos gótico y barroco, el Duomo fue levantado donde antes se encontraba el Templo de Apolo.
Si volvemos unos pasos atrás a la iglesia del Gesù Nuovo, alcanzamos la Vía Toledo (antes llamada Vía Roma), una de las arterias principales de la ciudad. En ella se encuentra la Plaza de la Caridad, la galería del Palacio Zevallos Stigliano, un espectacular palacio barroco utilizado actualmente como museo, y la plaza del Plebiscito, una inmensa plaza que alberga algunos monumentos emblemáticos de la ciudad y que concentra una gran cantidad de hoteles, tiendas de ropa y restaurantes. Entre los edificios que hay en esta plaza se encuentra el Palacio Real, un imponente palacio que en su día fue el centro de la vida política y social napolitana y cuyo interior alberga fastuosas habitaciones muy bien conservadas. Frente al Palacio Real está la Basílica de San Francisco de Paula, la iglesia italiana más importante del periodo neoclásico, y al lado, el Palacio de la Prefectura, que fue el lugar de residencia de la casa de los Borbones y el Palacio Salerno, de finales del siglo XVIII.
A unos pasos de la plaza del Plebiscito se encuentra la vía San Carlo, que alberga el teatro de San Carlos, y la Galería Umberto I, una espectacular galería comercial de finales del XIX de bóvedas acristaladas, y a unos pasos, los bonitos Jardines del Molosiglio. La Vía San Carlo conduce al Castel Nuovo, conocido popularmente como Maschio Angioino, es un majestuoso castillo renacentista del siglo XIII cuya fortaleza es medieval. Otro de los castillos que merece ser visitado es el más extenso de Nápoles, el Castillo de San Elmo, una fortificación medieval ubicada en la colina del Vomero y destinada a museo. Si volvemos a la plaza del Plebiscito y seguimos hacia la bahía de Nápoles llegamos al majestuoso Castillo del Huevo (Castel dell'Ovo), ubicado en el islote de Megaride y construido en el siglo XII como residencia de los reyes de Nápoles.
Y, al oeste del casco antiguo y colindante con éste, se encuentra el barrio de Chiaia, que tiene una ubicación excelente y dispone de exquisitos hoteles de lujo y de establecimientos que ofrecen estancias confortables. En este barrio en el que nació la pizza Margarita se encuentra la iglesia de Santa María in Portico, el Parque de la Villa Floridiana, un inmenso pulmón verde que alberga el Museo nacional de cerámica Duca di Martina, el cual posee importantes colecciones de esmaltes, marfiles y porcelanas.
Hoteles en el Centro de Nápoles
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